Las lesiones inguinales están calificadas como unas de las más complejas en el mundo del deporte. La osteopatía de pubis es una lesión patológica plurietiológica y multifactorial que reside en la región inguino-pubiana (6).
Dentro de esta denominación se encuentran lesiones tendinosas, musculares, óseas y/o sinfisarias que afectan a la sínfisis púbica, a los músculos aductores y abdominales o al orificio inguinal (6).
Introducción a la Osteopatía de pubis
La lesión de osteopatía de pubis es de origen microtraumático, motivada por sobreesfuerzos por repetición. Constituye una patología dolorosa casi exclusiva del deportista. Normalmente está asociada al fútbol. De estas lesiones, el 45% corresponden a tendinitis o a distensiones en la zona de inserción del aductor (3) que afectan al 12% de los jóvenes futbolistas, al 20% de los jugadores profesionales y al 27% de los jugadores de edad más avanzada (4).
La acumulación de numerosas sesiones de entrenamiento provoca una depleción de las reservas energéticas del músculo y tras esto, aparece la fatiga. Nos encontramos entonces ante un músculo fatigado, irritado y, en ocasiones, contracturado, cuya capacidad de absorción de energía se encuentra mermada. A partir de este momento, la probabilidad de microrotura o macrorotura aumenta considerablemente (2,5).
Factores de riesgo de la osteopatía de pubis
Resulta fundamental el conocimiento y la identificación de los factores de riesgo (figura 1) que tienen relación con su aparición para poder llevar a cabo el desarrollo de programas de prevención. Estos factores de riesgo pueden ser clasificados en dos categorías (6):
- Factores intrínsecos: Son aquellos aspectos biológicos y psicosociales que predisponen a la lesión de osteopatía de pubis
- Factores extrínsecos: Aquellos aspectos externos al sujeto que influyen en la aparición de la lesión de osteopatía de pubis.
Mecanismos de producción de la Osteopatía de pubis
Existen ciertas estructuras, que, según el tipo e intensidad del movimiento al que se vean sometidos, pueden provocar el mecanismo de producción de la lesión de osteopatía de pubis (figura 2) que nos atañe (7):
Tratamiento de la osteopatía de pubis
A continuación se presenta un protocolo de actuación para la rehabilitación y readaptación desde se produce la lesión de osteopatía de pubis hasta que el futbolista vuelve a la normalidad en los entrenamientos (7):
- Electroestimulación.
- 8 minutos de duración.
- Ritmo: 8 pps.
- Ultrasonidos.
- Onda continua sobre el hueso púbico.
- Tratamiento de 5 minutos a 1,5 W.
- Criomasaje.
- 10 minutos sobre la zona afectada.
- Láser infrarrojo
- Potencia de 10 W.
- 2 minutos en cada punto donde exista dolor con 2 cm de distancia entre los puntos de tratamiento.
- 10 sesiones.
- Rehabilitación progresiva:
- Realización de ejercicios de flexibilidad que enfaticen los aductores.
- Ejercicios de fortalecimiento de músculos aductores usando una banda elástica.
- Desarrollo de la resistencia cardiovascular mediante el uso de la bicicleta o la natación.
- Programa de progresión: Caminar y después correr.
- Ejercicios sobre un terreno de 50 metros, con una pendiente del 10% (inclinado).
- Ejercicios para fortalecer los músculos abdominales (“core”).
- Ejercicios progresivos de golpeo: Corta, media y larga distancia; Aumentar la velocidad y la intensidad del golpeo.
Programa preventivo de la Osteopatía de pubis
El programa preventivo de la osteopatía de pubis que aquí se presenta se asienta sobre tres aspectos fundamentales a desarrollar en el individuo: flexibilidad, reeducación propioceptiva y refuerzo muscular excéntrico.
Flexibilidad: El entrenamiento de la flexibilidad se recomienda para el tratamiento de esta lesión de osteopatía de pubis desde que Ekstrand (3) y Williams (8) asociaran la disminución de la movilidad coxofemoral hacia la abducción y la rotación interna, con una mayor probabilidad de padecer dolor inguinal.
Los estiramientos deben ser estáticos y efectuarse unas 8-10 series en cada grupo muscular, con una duración de 10-15 segundos por cada serie, debiendo trabajar los siguientes grupos musculares: aductores, isquiotibiales, abdominales rectos y oblicuos; psoas iliaco y pelvitrocantéreos.
Reeducación propioceptiva: Este entrenamiento está dirigido a desarrollar el control y la estabilidad de la pelvis. Como criterios para progresar en el entrenamiento se emplean pesos de magnitud creciente, como balones medicinales, y el tipo de contacto con la superficie de trabajo (1).
Reforzamiento muscular excéntrico: Consiste en desarrollar la musculatura a partir de contracciones en las cuales el momento motor es menor al momento resistente. La posición debe ser aquella que favorezca la relajación del deportista y aísle en lo posible el grupo muscular involucrado en el ejercicio. Este reforzamiento se centra en los grupos musculares implicados en este cuadro patológico, es decir, los aductores y musculatura abdominal. El objetivo final es adaptar a los diferentes grupos musculares a las cargas a las que van a ser sometidos durante la temporada y también se busca un incremento de la coordinación muscular y de la fuerza excéntrica (6).
El programa de fortalecimiento excéntrico está fundamentado sobre tres pilares, los cuales son: la amplitud de movimiento, la velocidad de contracción y la resistencia o carga a vencer. Cada uno de estos parámetros debe incrementarse progresivamente en el tiempo a corto, medio y largo plazo (6).
Cada ejercicio debe efectuarse durante 3 series, con 10 repeticiones por serie con una frecuencia óptima de 3 veces por semana. Será el dolor el que determine la progresión dentro del entrenamiento e indique si éste se está llevando a cabo de un modo insuficiente (sin aparición de dolor) o excesivo (presencia de dolor continuado en todas las series) (6).
Bibliografía
- Christel, P; Dijan, P & Middleton, P. (1997): Pubalgie. Encycl Méd Chir. 14.
- Dvorak, J; Junge, A; Chomiak, J; Graf-baumann, T; Peterson, L; Rosch, D & Hodgson, R. (2000): Risk factors analysis for injuries in football players. Am J Sports. 28: 69-74.
- Ekstrand, J & Gillquist, J. (1983): The avoidability of soccer injuries. Int J Sports Med. 4: 124-128.
- Gibbon, W. W. (1999): Groin pain in professional soccer players: a comparison of England and the rest of Western Europe. Br J Sports Med. 33: 435.
- Mair, S. D; Seaber, A. V; Glisson, R. R & Garrett, W. E. (1996): The role of fatigue in susceptibility to acute muscle strain. Am J Sports Med. 24: 137-143.
- Medina-Porqueres, I; Barbado-Mellado, L. M; Jurado-Bueno, A y Pérez-Frías, J. C. (2003): Osteopatía de pubis: Propuesta de un programa preventivo. Archivos de Medicina del Deporte. 94(20): 163-169.
- Rodríguez, C; Miguel, A; Lima, H & Heinrichs, K. (2001): Osteitis Pubis Syndrome in the Professional Soccer Athlete: A Case Report. Journal of Athletic Training. 36(4): 437-440.
- Williams, J. G. P. (1978): Limitation of hip joint movement as a factor in traumatic osteitis pubis. Br J Sports Med. 12: 129-133.