Los dolores de espalda se convierten en los últimos años, en una de las principales causas de incapacidad. Mucha usa ibuprofeno para el dolor de espalda.
El Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) del Reino Unido, actualizó recientemente sus guías de práctica clínica y desechó tratamientos como la acupuntura y el paracetamol (como fármaco único de tratamiento).
¿Qué dice la ciencia sobre el ibuprofeno para el dolor de espalda?
Un estudio científico publicado en Annals of de Theumatic Diseases acaba con la esperanza de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). El metaanálisis analizó más de 30 artículos científicos que comparaban fármacos de este tipo (el más común es el ibuprofeno) con tomas de placebo.
Si bien es cierto, los el ibuprofeno para el dolor de espalda no fue del todo ineficaz para tratar el dolor, pero resultaban útiles sólo para un escaso porcentaje de pacientes. Sin embargo sus efectos adversos afectaban a todos.
Tanto es así, que solamente en 14 análisis científicos, demostraron que los fármacos tenían una eficacia superior, para concluir que disponían de gran importancia clínica.
A efectos prácticos, el estudio nos descubre que solamente 1 de cada 6 pacientes que tomaban ibuprofeno para el dolor de espalda se beneficiaban de ellos más que si hubieran tomado una plastilla de placebo.
Debemos sumarle que los individuos que consumían estos fármacos incrementaban por 2,5 su riesgo de padecer problemas gastrointestinales, tales como sangrado o úlcera.
Entonces… ¿Qué deben hacer todos estos pacientes con estas patologías de dolor de espalda?
El Instituto Nacional de Excelencia Clínica, recomienda la práctica de actividad física de forma individualizada, atendiendo siempre a las características de cada persona y desde Mundo Entrenamiento abogamos a demás, que esta práctica de ejercicio debe estar supervisada siempre por un profesional del sector.
Siguiendo esta misma línea, una revisión cienfícia Cochrane concluye que la evidencia científica disponible nos sugiere que el ejercicio y la actividad física suponen una intervención que mejora nuestra capacidad funcional, reduciendo el dolor y mejorando en definitiva nuestra calidad de vida.
«El ejercicio y la actividad física suponen una intervención que mejora nuestra capacidad funcional, reduciendo el dolor y mejorando en definitiva nuestra calidad de vida»
En cualquier caso, podemos observar que fármacos como el ibuprofeno para el dolor de espalda o incluso el paracetamol, no parecen ser la solución para este tipo de patologías.
Durante el estudio realizado en la Universidad de Sydney, se suministraron a los pacientes dosis regulares de este fármaco tres veces al día durante cuatro semanas. Una vez finalizado el mismo, apenas se encontraron diferencias en la recuperación de las personas que habían tomado el medicamento con respecto a las que no lo ingirieron.
Siempre que sea posible, debemos recurrir al ejercicio físico como herramienta de prevención y tratamiento para reducir dolores ante esta afectación.
La evidencia científica, nos trae de manifiesto la necesidad de desarrollar nuevos analgésicos para tratar el dolor de espalda y continuar en la línea, investigando los efectos que produce el ejercicio como herramienta preventiva o de rehabilitación ante problemas lumbares.