Actualmente, nos encontramos en un momento en el que es necesario realizar grandes desplazamientos para competir en las más altas competiciones y ligas deportivas; la NBA, la Champions League, los Juegos Olímpicos, etc. son muy buenos ejemplos de esta situación, en la que los deportistas deben recorrer grandes distancias para disputar sus encuentros o competiciones.
La gran mayoría de dichos desplazamientos se realizan atravesando diferentes franjas horarias, por lo que deben realizarse en avión. Una de los principales problemas derivados de estos desplazamientos es el Jet Lag, el cual puede afectar e influir en la práctica deportiva.
¿Qué es el Jet Lag?
El Jet Lag es el efecto derivado de realizar rápidamente desplazamientos transmeridianos en dirección este – oeste y oeste – este; un mayor número de huso horarios traspasados conlleva un incremento de sus efectos; de media, se considera que atravesar tres zonas horarias ocasiona Jet Lag (3, 7, 15), otros estudios apuntan a que sería a partir de las 4 zonas horarias (10).
En los desplazmientos norte – sur y viceversa al no producirse modificaciones en las franjas horarias, no se produce Jet Lag (8). El principal problema del Jet Lag es que afecta a los ritmos circadianos del organismo, obligándoles a reajustarse (para lo que es necesario un período de tiempo) y mientras lo hacen pueden verse interferencias con las funciones biológicas y psicológicas del organismo (2, 11), entre las cuales la somnolencia es la más frecuente y puede afectar tanto a adultos como a adolescentes (20).
En muchas ocasiones para paliar estos efectos los deportistas suelen recurrir a la ayuda de sustancias ergogénicas, de las cuales pueden terminar abusando, lo que conllevaría una adicción (6, 12).
¿Qué efectos produce el Jet Lag en el organismo?
El estudio de Coutinho et al (5) encontró una relación negativa entre el Jet Lag y la capacidad de procesar importantes funciones cognitivas como la introspección, la regulación emocional y la toma de decisiones durante los días siguientes a la llegada de los jugadores a su destino.
También se encontró relación entre el Jet Lag y la falta de apetito, una reducción en la capacidad de concentración, la motivación (23) el estado de ánimo y la capacidad cognitiva de los jugadores (13).
Con respecto a la zona horaria, estudios han demostrado que los efectos del Jet Lag son más agresivos cuando se realizan viajes en dirección este, debido a la reducción de horas de sueño a las que se ven sometidoas los deportistas (7).
En la investigación llevada a cabo por Fowler et al. (8) demostró que hacer madrugar a los deportistas el mismo día de la competición para desplazarse y jugar por la tarde les provoca un mayor cansancio y una menor sensación de bienestar que un desplazamiento aéreo por pequeñas zonas horarias.
Asimismo, en otra investigación (9) se demostró que si bien una reducción en las interrupciones del sueño minimizan los efectos de la fatiga del viaje, estas no producen mejoras evidentes en la recuperación física de los deportistas.
Existen diferentes herramientas para detectar si los deportistas sufren de Jet Lag, uno de los más conocidos es el cuestionario Charité Jet Lag Scale (CJLS), diseñado por Becker et al. (4), el cual se ha mostrado efectivo a la hora de detectar los primeros síntomas (físicos y psicológicos) de Jet Lag en los deportistas. Siendo la fatiga el mejor síntoma para predecir y detectar el Jet Lag (22).
La mejor manera de evitar que los síntomas del Jet Lag interfieran en la participación en la competición deportiva es planificar con suficiente antelación el desplazamiento al lugar de competición, preferiblemente con días de antelación para permitir que el cuerpo se aclimate y se adapte; los expertos recomiendan optar por esta vía siempre que sea posible en vez de por suministrar sustancias ergogénicas a los deportistas (17).
Si bien, con respecto a las ayudas farmacológicas, otros expertos comentan que es la mejor manera de combatir el Jet Lag (18) o abogan por la combinación de ambos tratamientos (19), siempre bajo la supervisión de un profesional. Otros intentos de combatirlo, como intentar producir una fase simulada de sueño en los deportistas (14) o el uso de luz brillante para modificar el ritmo circadiano de los atletas (21), hasta el momento, no se han mostrado efectivos.
Conclusiones
El Jet Lag se trata de un fenómeno que puede condicionar la práctica deportiva, aunque dicha influencia es limitada (10).
Para combatirlo es recomendable realizar los viajes con antelación para que el organismos de los deportistas se adapte, ya que los síntomas del Jet Lag tienden a desaparecer a medida que avanzas los días y el cuerpo se va adaptando a la nueva zona horaria (4).
Si bien todavía es necesario llevar a cabo más estudios aleatorios con humanos para poder determinar con exactitud qué efectos produce el Jet Lag en los ritmos circadianos y cual es la mejora manera de combatirlo (1).
Por último, señalar que, a pesar de que el Jet Lag puede afectar a la competición, su influencia siempre será menor que aquella que pueden originar los nervios precompetitivos de los deportistas (16).
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